Proyecto de baile: universidad como espacio común

Muchas personas se rompen la cabeza pensando dónde es posible concretar un proyecto de una presentación de danza. En muchos teatros, los requisitos son tremendamente difíciles. En plazas públicas y anfiteatros, seguramente haya que obtener permisos burocráticos por parte de ayuntamientos y demás instituciones públicas. Así, muchas personas pueden quedarse con un proyecto a presentar sin un lugar que los acoja. Las universidades pueden cambiar eso.

En general, las universidades son espacios amplios de formación, donde se reúnen miles de estudiantes, profesores y miembros del personal administrativo y obrero cada día. Además, todos ellos vienen de diferentes carreras y áreas del conocimiento. Es por eso que la universidad es un espacio muy plural, que permite poder presentar a creadores en movimiento, como puede ser a bailarines y coreógrafos que estén dando sus primeros pasos, o a aquellos que necesiten concretar un proyecto.

Empieza por lo más pequeño

La principal ventaja de presentarse en una universidad, especialmente si es grande, es que seguramente no habrá un único lugar donde poder llevar el proyecto. Al contrario: será posible presentarlo en diferentes auditorios de numerosas escuelas y facultades, con pocos permisos como el de decanato o dirección de la escuela, y seguramente con el apoyo de los centros de estudiantes.

Naturalmente, muchos creadores de danza pueden tener la aspiración de presentar su creación en el aula magna de la universidad, pero comenzar por auditorios y espacios más pequeños, donde haya mucha más receptividad, puede ser tremendamente útil. Asimismo, para que estos actos sean un éxito, es importante poder convocar tanto a los miembros de la comunidad universitaria, como a todos los amantes de la danza en general.

Grupos de danza universitaria: opción amateur

No todos quieren ser unos profesionales en la danza, ni dedicarse a eso a tiempo completo. También, muchas otras personas desean bailar como si fuera una actividad deportiva, pero teniendo el mismo rigor de pertenecer a un grupo y poder proveerle el talento propio de forma constante, con requisitos, obligaciones y presentaciones. Es posible encontrar todo eso en una universidad, pero de forma amateur.

Cada vez es más común que las universidades ofrezcan grados en Danza, dedicados para todos aquellos que quieran que la danza sea su formación profesional. Pero al mismo tiempo, las universidades suelen tener grupos de danza que hacen presentaciones tanto a nivel universitario como extramuros, y cuyo nivel puede ser excelente.

Diferente formación, diferentes objetivos

Esto no es exclusivo de la danza. También sucede, por ejemplo, con el teatro: existen quienes egresan como licenciados en teatro, y quienes solo quieren formar parte de un grupo universitario de teatro para actuar o producir, sin intención profesional. La danza permite ver ambas perspectivas y es por eso que los grupos universitarios de danza son una excelente opción.

¿Cómo apuntarse en un grupo universitario de danza?

Al igual que existen clubes de lectura, debate, teatro o cine, seguramente habrá alguno de danza. Es por eso que lo primero que hay que hacer es averiguar cómo se llama el grupo, dónde están sus instalaciones y de qué manera se puede contactar al equipo para formalizar una postulación, o directamente una inscripción.

Generalmente, los equipos de danza no suelen ser muy estrictos en sus ingresos, pero sí es posible que exijan una prueba por postulación para poder medir el talento del bailarín. Sin embargo, al no ser algo de carácter profesional, es posible que los propios estudiantes e instructores funjan de profesores de danza para mejorar destrezas o adaptar proyectos.

¿Qué hay que disponer al estar en un grupo universitario de danza?

Probablemente, quien perteneza a un grupo universitario de danza debe costear sus trajes y uniformes y, además, debe disponer de tiempo para las presentaciones y prácticas. Si no se asiste a todas las prácticas programadas, difícilmente se podrá concretar una presentación. Aunado a eso, es trascendental poder organizar los horarios de clase junto con los de la danza, teniendo en cuenta que en el grupo habrá estudiantes de diferentes carreras con horarios variados.

¿Por qué dedicarse a estudiar danza en la universidad?

Las universidades no están solo para estudiar ingeniería, arquitectura, medicina o economía. Las artes cada vez más se incorporan a los estudios universitarios, tanto en universidades especializadas como en aquellas nacionales que ofrecen un gran número de carreras. En específico, la danza es una de las artes que más se ha ofertado en diferentes universidades, al igual que el cine y el teatro.

Existen todavía muchas personas escépticas porque sostienen que la danza no puede ceñirse a estudios universitarios, al depender de los talentos de la persona que decide estudiar. Sin embargo, existen muchas universidades con ejemplos exitosos que hacen contradecir esta opinión y por eso son cada vez más las personas que deciden estudiar danza en una universidad. Pero, ¿por qué hacerlo?

No es lo mismo ser bailarín que licenciado en danza

Hay bailarines profesionales que estudian en academias de danza y tienen toda una carrera que los respalda. Pero su formación es muy distinta. Un bailarín profesional, en general, tiene formación especializada de técnico en danza. Estos bailarines saben cómo bailar a la perfección, pueden crear rutinas de baile e, incluso, pueden dar clases. Pero a pesar de esto, no suelen tener mayor profundidad en la composición teórica de la danza, su componente artístico, así como también en la creación de coreografías en función de una teoría.

En todo eso, un licenciado en danza sí puede ser muy competente. Esto se debe a que conoce bien, a lo largo de su formación, los componentes teóricos inherentes a la danza, y a partir de ahí es que desarrolla su práctica.

Especialización, siempre necesaria

Muchos piensan que la danza universitaria se estudia solo para convertirse en formador o instructor de bailarines. Esto no es cierto. De hecho, estudiar danza en una universidad sirve para tener una especialización en un área específica de la danza, al igual que sucede con los bailarines que se instruyen en academias solo practicando.

La universidad permite añadir un componente teórico que facilita enormemente la comprensión de actividades motoras inherentes al baile. Esto, aunque no lo parezca, permite la formación de coreografías con más facilidad, y también da la posibilidad de comprender cuáles son las aptitudes de cada uno de los bailarines y dónde pueden explotarse mejor sus competencias.

Todo esto puede ser parte de una especialización. Generalmente, en las escuelas universitarias de danza hay menciones, en las que los estudiantes pueden especializarse tanto en danza clásica, contemporánea o tradicional, como en baile, coreografía, composición, entre muchas otras.

El balance de la educación universitaria en danza es muy positivo, pues es bastante completa y no se centra exclusivamente en el desarrollo de destrezas prácticas, sino en la comprensión de la danza como un todo.