Danza e implantes mamarios, ¿es posible que se lleven bien?

A primera vista, la respuesta a esta pregunta puede resultar lógica y hasta incuestionable. ¿Cómo es posible danzar profesionalmente o como hobby si es que se tienen implantes redondos? Se piensa que eso no es posible. Pero la verdad es que esto dista bastante de la realidad. La tecnología ha avanzado tanto en términos de implantes mamarios que ya casi no se siente diferencia entre estos y unos senos reales.

Los implantes redondos, tal cual indica su nombre, son circulares, compuestos por una esfera comprimida simétrica; he ahí su nombre. Dicha característica permite que se vean más naturales y compactos, por lo que hacen lucir a la mujer más joven.

Uno de los mayores beneficios de los implantes redondos es que son de consistencia más fluida, lo que permite que se integren de mejor forma al cuerpo y sigan los movimientos de este de forma natural. Esto ayuda enormemente cuando se trata de danzar.

Generalmente, estos implantes están fabricados de gel cohesivo de silicona o de una solución salina. Gracias a esto, adquiere su consistencia más natural, acorde al pecho de la paciente, adaptándose de gran forma.

La respuesta es afirmativa. Su consistencia es tal, que como se mencionó antes, se ajustan de gran manera al cuerpo y siguen el ritmo del este, sin importar la intensidad de la actividad. Es por eso que es posible bailar con ellos, correr y hacer toda clase de actividades deportivas y hasta muy agotadoras.

Claro, si es que el implante redondo para la mamoplastia es demasiado grande, puede que tengan que tomarse algunos resguardos, o preguntarle al médico cirujano si es que recomienda la actividad en dicha situación.

Con toda seguridad, el médico tratante dirá que sí pueden realizarse actividades como el baile. De igual forma, hay que tener cuidado con los movimientos, para no generar esfuerzos demasiado pesados sobre la mama, o evitar caerse sobre los implantes. Es posible que no pase nada, pero siempre es bueno prevenir cualquier contratiempo.

Se recomienda un tamaño pequeño o medio de implante, para que no hay ningún problema con la actividad. Además, siempre es recomendable visitar al médico tratante de vez en cuando para ver si es que no existe ningún problema con el implante. Estas medidas ayudarán a evitar cualquier mal rato si se baila en cualquier instancia.